Tras la crisis sísmica del 6 de abril de 2009 en L’Aquila, tanto el edificio Emiciclo como el edificio EX G.I.L. sufrieron diversos daños estructurales que hicieron que ambos edificios no fueran aptos para su uso. El valor histórico de los dos edificios indujo a la Región de los Abruzos, a pesar de la complejidad de la intervención, a promover una intervención de adaptación sísmica de ambos edificios.
Algunos datos.
La hipótesis de la intervención tradicional se descartó porque no habría alcanzado un nivel adecuado de aislamiento sísmico de la estructura y, en cualquier caso, cualquier intervención habría sido demasiado invasiva, alterando las características arquitectónicas y, en cualquier caso, no resolutiva.
Así que optamos por un aislamiento sísmico externo de la estructura, creando una subfundación, desconectando la estructura del suelo, interponiendo aislantes sísmicos entre la cimentación y la estructura.
Después de crear la subfundación, y tras haber construido las vigas de soporte, se instalan los aislantes elastoméricos y los aislantes deslizantes, atornillándolos a la contraplaca superior y luego insertando los gatos planos «desechables» bajo los dispositivos. Al inyectar resina epoxídica en el interior de los gatos planos, parte de la carga de la estructura superior se transfiere al aislador y la nueva cimentación también se somete a presión; de este modo se elimina la probabilidad de asentamientos diferenciales en la cimentación.
La intervención, por tanto, permitió obtener estructuras completamente adecuadas desde el punto de vista sísmico, con la consiguiente eliminación de daños y costes de intervención en caso de futuros eventos sísmicos, todo ello conseguido con una completa conservación arquitectónica y funcional de los edificios.
SOMMA suministró e instaló 61 dispositivos elastoméricos (tipo SOMMA ISI H 500/156) y 54 apoyos deslizantes multidireccionales (tipo SOMMA EDM 2500/600/600) a través de su empresa asociada TLS.
